Auqnue parezca obvio, los diseñadores gráficos muchas veces pecan por descuidar el texto, cuestión que termina por arruinar su creación. Por esta razón, es importante conocer estas 18 regalas para el uso del texto en este ámbito:
- Conoce la personalidad de la fuente: hay que tomar en cuenta al público al que te diriges y el propósito original del diseño para seleccionar un tipo adecuado de fuente.
- Elige un tipo de letra que coincida con la perspectiva de la audiencia: evita las fuentes predeterminadas. Times New Roman, Calibri, fueron tipos de letra demasiado usados. Hay que buscar diferentes estilos, el texto tiene que tener PERSONALIDAD.
- Aléjate de los clichés y de las horteradas: algunos tipos de letra son muy conocidos porque vienen por defecto en la mayoría de los ordenadores, lo que hace que muchísimas personas utilicen el mismo tipo de letra sin darse cuenta. Hay que tratar de alejarse de los clichés y no ser como el mundo. ¿Por qué no buscar un tipo de letra que sea diferente?
- Utiliza dos fuentes: por lo general, los diseños se ven mucho mejor si se usan dos tipos de fuentes; Uno para el título y otro para el texto. Aunque sea el mismo tipo de letra, procura también destacar algunas cosas que consideres importantes en negritas y/o cursivas.
- Utiliza fuentes que contrasten: esto es bastante irónico. Si bien, se deben utilizar dos tipos de fuentes distintas, no sirve de nada si estas se parezcan entre sí. Hay que escoger fuentes que vengan de familias diferentes para que el contraste entre ambas sea mas notorio.
- Presta atención al tamaño: hay que saber como y cuando se debe cambiar el tamaño de la fuente. Sí los títulos tienen un tamaño de 12 puntos, el párrafo debería tener uno de 10. No hay que exagerar poniendo fuentes demasiado pequeñas o excesivamente grandes.
- Evita las mayúsculas: Escribir todo en mayúsculas hace que la lectura sea tediosa y tenemos la falsa sensación de que nos están gritando. Además de que el cerebro asimila todo mucho mas lento porque la forma de las letras desaparece. Hay que evitar usar mayúsculas de manera excesiva.
- Cuidado con los colores inversos: Cuando hablamos de colores inversos, nos referimos a poner un texto de color obscuro sobre un fondo claro (Y viceversa). Hay que tratar de, en el caso de querer utilizar este método, usar colores con un alto nivel de contraste. Nada de azul sobre rojo o amarillo con naranja. Las fuentes oscuras siempre serán mas agradables a la vista.
- Longitud de líneas o subrayado: ¿alguna vez han visto un libro de texto completamente subrayado? ¡No! El subrayado excesivo puede ser tan tedioso como las mayúsculas y hace que se dificulte muchísimo la lectura. A menos que hablemos de un encabezado, no debemos pasarnos de la raya, literalmente, con la longitud del subrayado.
- Ajusta el interlineado: hay que respetar el espacio que existe entre dos líneas de texto. La gran mayoría de las fuentes han sido diseñadas con un interlineado un tanto superior al tamaño de la fuente. Por ejemplo, si tenemos una fuente de 10 puntos lo más probable es que el espaciado sea de 12.
- Presta atención a la lecturabilidad: el texto debe ser de fácil lectura y del agrado del usuario. El objetivo es conseguir un nivel óptimo de redacción que esté adaptado al público como tal. Una recomendación es utilizar fuentes sans o serif y nunca decorativas o script.
- Fíjate en la legibilidad: debemos facilitar la lectura de todo aquello que se escriba. En la gran mayoría de las ocasiones, la funcionalidad está por encima del diseño.
- Usa correctamente las versalitas: al igual que todas las mayúsculas tienen un problema de lecturabilidad si se utilizan en grandes sectores del texto. Es recomendable utilizar versalitas cuando vamos a usar abreviaturas para que así queden más integradas al texto.
- Evita los saltos de línea: utilizar guiones para los saltos de línea se ve terrible. Al eliminar los guiones desapareceremos gran parte del ruido visual.
- No dejes huérfanas: hay que evitar dejar palabras huérfanas, aquellas que quedan solas al final de un párrafo. Lo mejor es reformular las frases que integran el párrafo y justificarlo de forma correcta.
- Resaltar en forma correcta: no hay que pecar por marcar en negrillas o en itálicas una gran cantidad de texto porque así no habrá nada relevante. Tampoco combines itálicas, colores y negrillas en la misma palabra u oración.
- Juega con la línea base: existen tipografías cuyos números están ligeramente más arriba de la línea imaginaria donde se asienta el texto.
- Usa signos de puntuación: todo texto tiene que tener buena ortografía y gramática. Un mal uso de una coma puede cambiar el sentido de una oración.