Enganchar a tu audiencia desde el principio

Es recomendable comenzar la presentación con un título prometedor, una pregunta retórica o una imagen evocadora que capte la atención y despierte la curiosidad e interés del público.

El contenido debe ser el protagonista

Los expertos afirman que lo correcto es utilizar siempre la misma plantilla, limitando la paleta de colores y sin sobrecargarla con elementos que puedan distraer al espectador.

Economía del lenguaje

Es fundamental no cargar con demasiado texto las diapositivas, para eso ya están los libros.

Elegir una tipografía adecuada

Los especialistas en la materia recomiendan utilizar una tipografía sin serifa y no combinar más de dos estilo. Con respecto al tamaño, el mínimo debe ser de 24 puntos. Otra recomendación es no abusar de las mayúsculas, cursivas o subrayado, utilizando demasiado estos recursos no se destacará nada y se dificultará la lectura.

Evitar las listas y enumeraciones innecesarias

Se recomienda colocar una idea por diapositiva y nunca utilizar más de cuatro viñetas, alineadas y separadas por un interlineado mayor.

Elegir un fondo liso y neutro

Para lograr la mayor atención se debe seleccionar una fuente oscura sobre un fondo claro o, por el contrario, una fuente clara sobre un fondo oscuro.

Prohibidas las imágenes como elemento decorativo

Las imágenes pueden llegar a ser un factor de distracción, por eso sólo hay que usar nada más las que ayuden a entender los conceptos expuestos.

Cuidado con los gráficos

Los gráficos deben estar para simplificar la explicación, no para complicarla. Este tipo de apoyo debe entenderse por sí solas.

No abusar de las animaciones

Las animaciones pueden hacer ruido. Por tanto, lo correcto es emplearlas para marcar el ritmo de lectura y evitar las más espectaculares.

Cerrar la sesión con una frase positiva e inspiradora

Este tipo de cierres son del agrado de la mayoría y el complemento perfecto para dar las gracias antes de concluir.