La Matriz BCG, también conocida como matriz de crecimiento-participación, es un método gráfico que se aplica para analizar exhaustivamente la cartera de negocios de una empresa determinada. Esta forma de trabajo fue desarrollada por Boston Consulting Group en la década de 1970.
Esta herramienta consiste en hacer un análisis desde el punto de vista estratégico del portafolio de la organización basándose en dos factores principales: la participación en un mercado específico y la tasa de crecimiento en éste. El objetivo fundamental de la aplicación de la Matriz BCG es contribuir a la correcta toma de decisiones sobre enfoques distintos que se dirijan a los tipos de negocios o a sus respectivas unidades estratégicas. Por ejemplo, una matriz de crecimiento-participación es ideal para decidir en qué empresas o ámbitos debemos invertir o, por el contrario, dejar de hacerlo o desistir del negocio.
La Matriz BCG está conformada por cuatro cuadrantes con diferentes estrategias a desarrollar, cada uno de ellos está representando por una caricatura: Estrella, Interrogante, Vaca y Perro.

Estrella

  • Operan en industrias de alto rendimiento económico.
  • Produce flujos estables de dinero.
  • Requiere de una alta inversión para mantener el liderazgo.
  • En la mayoría de las ocasiones llega a ser vaca cuando disminuye el crecimiento sostenido de la empresa.

Interrogación

  • Requieren una consideración muchísimo más acuciosa. Tienen una cuota de mercado muy reducida y actúan en mercados de rápido crecimiento que requieren una gran cantidad de dinero en efectivo.
  • Genera grandes flujos de dinero cuando hay inversión.
  • Requiere de una alta inversión para llegar a ser Estrella.
  • Puede tornarse en Perro o Estrella dependiendo de los acontecimientos.

Vaca

  • Son los productos o unidades de negocios más rentables, por eso deben ser ordeñadas para obtener el máximo de dinero posible.
  • Genera un flujo estable de dinero.
  • Requiere de poca inversión.
  • Es útil para generar liquidez para otros negocios.

Perro

  • Tienen baja cuota de mercado en comparación con los competidores y operan en uno de crecimiento muy lento.
  • Generan baja utilidad o pérdida en la empresa.
  • Su inversión es nula o muy poca.
  • Pueden generar muy poca utilidad.
  • Lo más sensato es liquidar. La principal opción es dejar de invertir en esa empresa o unidad de negocio.