Publicar en redes sociales no consiste nada más en subir imágenes o contenido compulsivamente, todo lo contrario. Se requiere una estrategia pensada para cumplir objetivos específicos que conforman un plan de marketing digital. Por eso, los responsables de gestionar comunidades deben seguir los siguientes consejos para hacer su trabajo de forma impecable:
- Redactar mensajes concisos y directos: en Facebook utilizar entre 100 y 200 caracteres y en Twitter entre 80 y 100 para así lograr más interacciones.
- Enriquecer los mensajes: es recomendable añadir audio, fotografías, videos, infografías y afines.
- Crear contenido de actualidad: comentar noticias, datos y estadísticas curiosas.
- Ofrecer ofertas y ventajas: un contenido exclusivo, un descuento o una promoción hacen que el usuario se sienta especial.
- Utilizar ejemplos: comparte casos de éxito de empresas que han hecho algo positivo o han mejorado utilizando la marca que el community manager representa.
- Recopilar recursos: reúne herramientas, análisis de aplicaciones, listado de webs interesantes, consejos, datos curiosos, etc.
- Mostrar el lado humano de la empresa: la marca tiene su personalidad propia. Detrás de los mensajes hay personas de carne y hueso, no hay que tener miedo de que los usuarios lo noten.
- Publicación constante: si bien es importante comunicarse sólo cuando haya algo relevante, debe hacerse de manera períodica para que el perfil no parezca desactualizado.
- Redacción de calidad: escribir con una estilo correcto y el tono adecuado debe ser una obligación. El responsable de la comunidad debe revisar el texto antes de publicarlo.
- Adaptarse a cada plataforma: Facebook es perfecto para fomentar el sentimiento de comunidad, Twitter para establecer diálogos, Pinterest e Instagram como repositorio de imágenes.
- Sé original: duplicar el contenido en lo perfiles de diferentes redes sociales no es pertinente.
- Usa palabras clave: el uso de mensajes cortos con palabras clave es fundamental para la relevancia y el posicionamiento web.
- Cuida la calidad: evita las imágenes de baja resolución y los contenidos mal escritos.
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